Descamisado, sudoroso, falto de equilibrio, ojos achinados. Esta es la descripción típica de cualquier persona que paga las consecuencias de haberse tomado ‘unas copas de más’. Harrison Ford (69 años) ha sufrido los efectos del alcohol en Londres. El famoso actor de Hollywood no ha sabido, podido o querido poner freno a la noche londinense.
Harrison Ford se encontraba en la capital británica con motivo de la promoción de la última película que protagoniza junto a Daniel Craig, "Cowboys and Aliens", del productor Steven Spielberg.
Ford aseguró que todavía disfruta con "cualquier tipo de película", en momentos en que regresa al cine de aventuras con una cinta a medio camino entre el western y la ciencia ficción. Harrison Ford, asociado a personajes del cine de aventuras como Han Solo o Indiana Jones, se calza de nuevo el sombrero para protagonizar junto a Daniel Craig una película diferente y divertida, según explicaron ambos intérpretes.
"Es una gran película de palomitas", apuntó el último James Bond, mientras Ford calificaba de "diferente y particular" esta cinta, que se estrenará a principios de septiembre.
Los personajes que encarnan ambos actores forman parte de una trama que comienza como una película del oeste, para convertirse después en una historia de ciencia ficción a la que Harrison Ford trató de dar "profundidad" y "carácter". "No es un tipo agradable ni simpático. Es duro y cruel. A lo largo de la película tiene la oportunidad de lograr una especie de redención, entender mejor quién es", describió el actor, quien confesó que no echaba de menos el cine de acción.
Antes de comenzar el rodaje, Steven Spielberg, hizo llegar a los actores una caja con varias películas del oeste para que se empaparan de clásicos del género, como los de John Ford, pero Harrison Ford aseguró que no tiene ningún "cowboy" de referencia en el que haya basado su personaje.
Quizá Harrison Ford siguiese en el papel de vaquero y confundió los pubs de Londres con los ‘Salones’ del Oeste. 'Whisky XXX' que ha terminado con el actor en un estado nada ’glamuroso’ a pesar del moderno pendiente que luce en su oreja izquierda. Puede ser la crisis de los setenta o puede ser la noche londinense que termina por devorar a las más importantes estrellas del planeta.
Harrison Ford se encontraba en la capital británica con motivo de la promoción de la última película que protagoniza junto a Daniel Craig, "Cowboys and Aliens", del productor Steven Spielberg.
Ford aseguró que todavía disfruta con "cualquier tipo de película", en momentos en que regresa al cine de aventuras con una cinta a medio camino entre el western y la ciencia ficción. Harrison Ford, asociado a personajes del cine de aventuras como Han Solo o Indiana Jones, se calza de nuevo el sombrero para protagonizar junto a Daniel Craig una película diferente y divertida, según explicaron ambos intérpretes.
"Es una gran película de palomitas", apuntó el último James Bond, mientras Ford calificaba de "diferente y particular" esta cinta, que se estrenará a principios de septiembre.
Los personajes que encarnan ambos actores forman parte de una trama que comienza como una película del oeste, para convertirse después en una historia de ciencia ficción a la que Harrison Ford trató de dar "profundidad" y "carácter". "No es un tipo agradable ni simpático. Es duro y cruel. A lo largo de la película tiene la oportunidad de lograr una especie de redención, entender mejor quién es", describió el actor, quien confesó que no echaba de menos el cine de acción.
Antes de comenzar el rodaje, Steven Spielberg, hizo llegar a los actores una caja con varias películas del oeste para que se empaparan de clásicos del género, como los de John Ford, pero Harrison Ford aseguró que no tiene ningún "cowboy" de referencia en el que haya basado su personaje.
Quizá Harrison Ford siguiese en el papel de vaquero y confundió los pubs de Londres con los ‘Salones’ del Oeste. 'Whisky XXX' que ha terminado con el actor en un estado nada ’glamuroso’ a pesar del moderno pendiente que luce en su oreja izquierda. Puede ser la crisis de los setenta o puede ser la noche londinense que termina por devorar a las más importantes estrellas del planeta.